domingo, 7 de septiembre de 2008

Capitulo 2

8 a 9 hs., Pereyra Barreyro Andrea (Anny)

 

Harry avanzaba por uno de los corredores del castillo junto con Ron, quien estaba con su usual malhumor. Extrañamente, sus ganas de estudiar disminuían conforme se iba acercando a la biblioteca. Sabía que debía aprender nuevos hechizos, pues como Hermione continuamente le recordaba Víktor, Fleur y Cedric le llevaban una gran ventaja.

Su amigo no hablaba, Harry sabía que cada vez que Ron y Hermione discutían (y ocurría muy frecuentemente), era mejor no provocar peleas absurdas. Su amistad era muy importante y no estaba dispuesto a perderla nuevamente. Aunque ya se estaba cansando de sus tontas discusiones, ¿por qué tenían que convertir cualquier tema en un tedioso idilio?. De repente, Harry sintió que de su interior surgía un sentimiento que parecía haber estado escondido y que ahora se liberaba con toda su intensidad. Verdaderamente se sentía muy molesto, no con sus amigos en específico, sino con toda la situación, después de todo él no había elegido presentarse en el Torneo de los Tres Magos, tampoco tenía la intención de reemplazar a Cedric, ni había escogido nacer con esa maldita cicatriz que le dificultaba todo.

-Hermione pasa demasiado tiempo con Krum, ¿no crees?- dijo Ron de repente.

Con estas palabras sintió como si su desenfrenada furia desapareciera.

-No lo sé, ¿porqué lo dices?- comentó Harry tratando de adquirir una posición neutral que no hiciera enfadar a su amigo.

-Todo ese tiempo en la biblioteca y ayer los vi paseando por el río, seguramente pretende sacarle información sobre ti- replicó muy seguro.

-Hermione siempre pasa mucho tiempo en la biblioteca. Además, en el baile ella dijo que Víktor nunca le había preguntado nada de mí- tras decir esto Harry se arrepintió instantáneamente. Pudo ver cómo la cara de Ron se contorsionaba en pro de una nueva argumentación negativa.

Afortunadamente, se encontraban cerca de la biblioteca y podían ver a Hermione que levantaba la mano, señalando dónde estaba. Pero cuando se disponían a entrar Ron lo agarró de la túnica para detenerlo, y le dijo:

 -¿Víktor? , ¿es tu amigo ahora?- agregándole un tono hiriente en esta última frase.

- No, es que...- comenzó a decir Harry  cuando Hermione se les acercó al ver que se habían detenido.

-Dense prisa, no hay mucho tiempo antes de la clase de Hagrid- y agregó- quizás podamos repasar los encantamientos del año pasado- y ante la cara de descontento de sus amigos finalmente añadió:- No se quejen y apúrense-

Tras estudiar unos breves veinte minutos Harry, Ron y Hermione se dirigieron apresuradamente  hacia el bosque, donde las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas tenían lugar. Al llegar, se disculparon con Hagrid por la demora y se ubicaron detrás de los atemorizados y ansiosos alumnos. Al ocupar sus puestos una risotada ahogada sonó estridentemente, sin verlos, Harry sabía a quien pertenecía esa desagradable y familiar risa. Era Draco Malfoy acompañado por Goyle, Crabbe y Pansy Parkinson y otros alumnos de Slytherin, su habitual grupo. Alzó la vista, para confirmar unos segundos después que su suposición era cierta. Sintió con gran rapidez como su antigua furia brotaba de su interior con una intensidad que ampliamente superaba la ocasión anterior. Inconscientemente sus puños se cerraron en señal de un impulso de violencia que no podía controlar, o que no quería controlar. Hermione pudo ver como Harry avanzaba hacia Malfoy, entonces le agarró la mano para detenerlo y le susurró muy tranquila al oído.-Harry, es que no sabes que con los puños no se soluciona nada, además ya te dije que debes aprender a ignorarlos. Son unos pobres idiotas, no les hagas caso-

-  ¿A quién llamas idiota, estúpida sangre impura?- replicó Pansy Parkinson. –Tú no tienes lugar en esto. ¿Es que no te bastó la pus de bubotubérculo que mi prima te mandó?- y agregó dirigiéndose a sus amigos- ¡Deberían haberla visto, la tonta lloraba como una niña!- y comenzó a imitarla para el deleite de todos los de Slytherin.

Esta vez fue Hermione quien se dirigió a su agresora con el puño cerrado. Mientras caminaba con un impulso desenfrenado y con lágrimas en los ojos , decía.- ¡Fuiste tú!, ¡Me las pagarás!-

Entonces Ron, que hasta el momento se mantenía inmóvil, sin saber que decir, se apresuró a agarrar a su amiga del brazo y le murmuró en el oído:- ¡No vale la pena, tú misma lo dijiste!- , y Hermione se tranquilizó, aunque su malhumor con una mezcla de tristeza persistió un rato más-

- ¡Eh, Potter, yo que tú mejor me fijo con quien ando, me parece que tu amiguito planea robarte tu novia!- gritó finalmente Malfoy.

Su grito debió haberse escuchado, porque en ese momento Hagrid se acercó para reprenderlo. Suceso que alegró mucho a Harry, Hermione y Ron. Luego de unos minutos de reprimenda, Hagrid se alejó, no sin antes dedicarles un guiño y una sonrisa. Harry escuchó cómo Draco comentaba a sus compañeros algo sobre que haría algo al respecto más tarde y que las cosas no quedarían así. Pero esto, en vez de exasperarlo, lo alegró más, hace tiempo que quería hacerle pagar por todos sus comentarios.

Los siguientes cinco minutos transcurrieron en la mayor calma posible, hasta que Ron comenzó a reírse sin motivo aparente. Extrañados, Harry y Hermione se acercaron y le preguntaron la razón de su carcajada.

-Es que ...- decía entrecortadamente mientras se reía –Tú y ....-prosiguió señalando a Hermione- y continuó riéndose sin explicar.

-¿Yo?, ¿yo qué?-replicó Hermione sin entender absolutamente nada.-Habla de una buena vez Ron- acabó diciendo exasperada.

- Harry, es que no sabes que con los puños no se soluciona nada, además ya te dije que debes aprender a ignorarlos. Son unos pobres idiotas, no les hagas caso- repitió imitando a su amiga.- ¡Debiste ver tu cara, parecía que ibas a matarla!- y continuó riéndose sin poder contenerse.

- No me hace gracia Ronald- dijo Hermione con una aparente seriedad, pero sonriendo a la vez y procurando pronunciar esto último en venganza.

-  Ya te he dicho que no me gusta que me digan Ronald- contestó, esta vez sin reírse.

-¿Prefieres acaso tu segundo nombre?, de acuerdo, como tú quieras- esta vez era ella quien se reía.

- Ya entendí, ya entendí, no me reiré más, lo prometo- dijo con tono de un falso arrepentimiento, que más bien era de sumisión.-Pero no puedes negarme- dijo dirigiéndose exclusivamente a Harry cuando Hermione se dio vuelta- no puedes negarme que sí fue gracioso- y rió por lo bajo.

Harry también sonrió y no pudo evitar pensar qué afortunado era por contar con sus dos amigos, y suspiró mirando el brillante cielo que anunciaba una hermosa tarde. La campana sonó nuevamente y el Gran Reloj de la Torre anunció el paso de otra hora.

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